Sobre mí

Se podría decir que BiotaBags soy yo, Anna Viadas, la chica para todo, creativa, práctica y sin complicaciones.

BiotaBags existe porque después de años diseñando con un ordenador y enviando a fabricar a la otra punta del mundo tenía ganas de hacer cosas yo misma, con mis manos, hechas aquí. Mi conciencia ecológica me lo pedía.

Pensé que hacía falta, hacía falta volver a fabricar aquí, hacer productos de proximidad para gente próxima, hacerlos con criterios éticos y ecológicos, hacerlos a nuestro gusto.

Conjunté mi laaaarga experiencia creando colecciones de material escolar, con mi afición -por muchos años abandonada- a la costura.

Dicho y hecho, empecé a haciendo unas mochilas de tela, después otras, bolsos, luego fundas para el móvil, fundas para el tabaco de liar, riñoneras... y una larga lista.

Así llevo ya más de 7 años creando mis productos y vendiéndolos a personas que confían en mí. Mis creaciones gustan, de eso no hay duda!

En BiotaBags, como en mi, mandan unos principios básicos:

-     Ecología, para  mí es una obligación, estamos destrozando el Planeta Tierra y hay que poner medios para que eso finalmente no ocurra.  ¿Cómo lo hago? Pues comprando los materiales en comercios de cercanía, reciclando telas, y aprovechándolas al máximo para generar el mínimo residuo posible. ¿Sabes que tiro una bolsa de basura cada 4 meses aproximadamente? Una bolsa normal, eh? No de las industriales. El papel-cartón y el plástico cada 6 meses aproximadamente también. El patronaje de mis diseños aprovechan al máximo cualquier trocito de tela, y hacer llaveros y monederos me permiten usar los trozos más pequeños.

-  Utilidad, ¿de qué sirve un complemento si no es útil? Nunca me han gustado los adornos superfluos, hago complementos que tienen una función, y hacerla bien es su cometido.

-  Calidad, pongo todo mi empeño en hacer las cosas bien, y no me gusta entregar cosas mal acabadas o que sé que no van a durar mucho tiempo. También busco que los materiales sean los adecuados según el uso del producto.

Belleza, sí, porque los objetos ecológicos, útiles y de calidad también pueden ser bellos, y nos hacen el día a día más agradable.